¿Cómo comportarse cuando nos encontramos con un lobo?

Enviado por Looduskalender el Sáb, 17/03/2018 - 01:25
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Escribió: Peep Männil, www.keskkonnaagentuur.ee

Foto: Sven Zacekwww.zacekfoto.ee

Traducción: Adolfo

 

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Un lobo en una nevada.
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Un lobo en una nevada

Si ves a un lobo y él no se  ha dado cuenta, estamos ante un suceso único. Disfruta del momento y si es posible, grábalo. Observar lobos es muy excepcional, solo al alcance de unas pocas personas ya que el número de lobos es pequeño y es un animal muy desconfiando.

Si ves a un lobo y él  se  da cuenta, el lobo normalmente  huye rápidamente puesto que sabe que el hombre es su único enemigo. El lobo, como la mayoría de los animales salvajes, confía principalmente en su olfato. Si el viento no lleva el olor humano al lobo, puede que no confíe en otros sentidos y, al encontrarse con una persona, se quede quieto en el lugar, a la espera.

Un joven lobo, que no ha contactado antes con los seres humanos, podría mostrar curiosidad por ese ser que camina a dos patas. El lobo no es una excepción entre los animales salvajes y, en el caso de ejemplares jóvenes,  puede comportarse como todos los demás. Un animal de ese tipo puede incluso, acercarse a ti por curiosidad.

Al encontrarte con un lobo, observa con atención su aspecto y comportamiento, y reacciona adecuadamente.  Si el lobo te ha detectado, si se acerca, entonces retrocede puesto que puede ser un animal enfermo. Si quieres que el animal se vaya, hazte visible y grita.

Hoy en día es la sarna la principal enfermedad que debilita  a los lobos y les dificulta capturar a sus presas. Si el lobo observado le falta zonas del pelaje y esta antinaturalmente flaco, seguro que es un animal enfermo. Este tipo de animales son más peligrosos para los animales domésticos y su temor a los humanos puede estar disminuido.

Bajo ningún motivo hay que alimentar a los lobos. Las crías de lobo, al ser seres en crecimiento, tienen el estómago vacío casi siempre. Los ganaderos acostumbraban a echar los restos de sus animales muertos a la parte trasera del establo, donde se acostumbraban a acudir, junto a otros animales omnívoros, también los cachorros de lobo. Esto producía que los lobos se habituaran a buscar alimento junto a los hombres, origen de los lobos que se mueven en los alrededores de las aldeas.

Ten en cuenta, que el ser humano no está en la lista de presas del lobo. No creas que los lobos pasan hambre. Alces, corzos, ciervos rojos (presa a tener en cuenta en las islas y con una población en aumento en el sur de Estonia), castores, muchos otros animales salvajes y pequeños roedores ofrecen actualmente a los lobos una base alimenticia muy amplia, situación que no es comparable con el siglo XIX cuando los lobos tenían pocas fuentes de alimento.

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