Oso pardo         Ursus arctos

En otoño los osos pardos pasan el tiempo comiendo, para acumular reservas suficientes que les permitan enfrentarse al invierno. Animales de costumbres nocturnas, en esa época otoñal se les observa con frecuencia moverse durante las horas diurnas. Incluso, si nadie les molesta, se quedan en los lugares donde encuentran alimento. De otra forma efectúan largos desplazamientos que  duran todo un día. El oso camina a una velocidad similar a la del caminar tranquilo del ser humano, su trote tiene también una velocidad equivalente a la del hombre, pero es capaz de correr a una velocidad de veinte a cincuenta kilómetros por hora en el bosque.

Cuando se desplaza, no le agrada mojarse las garras por lo que suelen verse hileras de huellas  suyas en el suelo, paralelas a las ríos y lagos.  En algunos campos encuentran frutas sin recoger, en los pantanos arándanos maduros, algunos de los cuales  aparecen enteros en las deposiciones. Los campos abandonados de manzanos son también lugares interesantes para visitar. Una dieta de manzanas durante un par de días transforma totalmente el aspecto de los excrementos, como podemos ver en el video…