La marta luce su pelaje invernal

 
Foto: Arne Ader
Marta
Marta - Martes martes
Garduña - Martes foina
Las martas habitan diferentes tipos de bosques, prefiriendo los bosques densos de coníferas, bosques mixtos, hayedos o robledales pero sin rechazar las zonas arbustivas con avellanos o enebrales. También se puede encontrar en las áreas con asentamientos humanos, por lo que no es extraño hallarlas en los graneros o en algún tipo de construcción auxiliar de las granjas. En el bosque pueden localizarse en las horquillas de los árboles o en los nidos de ardillas o de pájaros de un cierto tamaño. Aunque no suelen vivir junto a ríos o lagos, cuando estos se hielan, es posible observarlas vagar entre la vegetación de las orillas, donde pueden encontrar algún complemento alimenticio.
 
Con un tamaño similar a un gato –pesa algo menos de dos kilógramos- tiene un cuerpo delgado. La cabeza es pequeña, con hocico puntiagudo, tiene orejas relativamente grandes y en punta. Las patas son cortas pero algo más largas que otros mustélidos. Tiene pelaje denso, mullido, de color normalmente marrón oscuro por todo el cuerpo a excepción de la garganta y en el pecho, donde llama la atención un babero de color crema amarillento. La cola es fuerte, mullida y esbelta, alcanzando unos 20 centímetros de longitud.
Sobre la nieve deja unas huellas ovaladas no muy marcadas. En invierno las plantas de las patas están cubiertas de pelo y apoyan las patas traseras sobre las huellas que dejaron las patas anteriores. Cazan y buscan alimento fundamentalmente en el suelo. Con frecuencia, las huellas se pierden junto a un árbol donde trepan y se mueven de árbol en árbol de manera similar a las ardillas. Es un animal crepuscular y nocturno que hace largos recorridos, con buen tiempo se mueve hasta 10 kilómetros en 24 horas. En invierno se refugia en cualquier sitio ocasional y se mueve por un territorio bastante amplio al ser un animal solitario. Como carnívoro que es, la marta es capaz de capturar a conejos de tamaño más grande que ella misma. Busca ardillas en sus nidos de invierno, gallináceas o roedores en el suelo, sin despreciar la carroña como complemento alimenticio. En los bosques de Estonia se estima que existe una población de más de seis mil martas.
Las zonas habitadas por el hombre y los campos de cultivo son los territorios preferidos de la garduña, más pequeña que la marta. En el oeste y suroeste de Estonia se ha detectado un aumento de la población de garduñas. Estas no tienen cubiertas de pelo las plantas de las patas en invierno, por lo que las huellas que dejan son más nítidas que las de la marta.Muy parecida a la marta, no en vano tienen antepasados comunes, es ligeramente más paticorta y corpulenta, tiene el hocico más chato y las orejas más pequeñas, y se distingue de aquella por su babero de color blanco que se abre en horquilla hacia las extremidades delanteras. Tiene un excelente oído y muy buena vista y olfato.


 

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