Lince boreal                      Lynx lynx

Con un tiempo cambiante una ligera capa de nieve reciente da, durante un corto espacio de tiempo, la posibilidad de comprobar qué sucede en el bosque con la ayuda de un manual de huellas.

Si durante la noche puede oír un maullido amargo, ha de saber que es una hembra de lince llamando al sexo opuesto. Cuando llega la época de celo, la hembra rechaza a los vástagos, a veces con violencia. Por lo que los jóvenes ejemplares de lince tienen que comenzar una vida independiente y conseguir un territorio propio. Este es el periodo más peligroso para estos jóvenes animales (los motivos fueron ya explicados con motivo del pasado Año del Lince).

Hay que tener en cuenta, que no todas las hembras de lince crían cada año. Por lo que la emancipación de los hijos puede retrasarse un año más.

En el periodo de gestación las hembras de lince no abandonan su territorio sin un motivo especial.

Los machos son solitarios y su territorio puede ser bastante extenso, superponiéndose a los territorios de varias hembras. Los machos se desplazan mucho en esta época por lo que, si uno de ellos penetran en el territorio de otro, pueden producirse serias y ruidosas peleas, y qué remedio, el más débil debe retroceder.

Las hembras jóvenes alcanzan la madurez sexual a los dos años, los macho a los tres.

El periodo de gestación es de unas diez semanas, – por lo que la próxima generación de linces deberá ver la luz en mayo.

Huellas de lince. Fotografió: Mats Kangur